La melatonina es una hormona natural que produce el cerebro, específicamente la glándula pineal, cuando llega la oscuridad. Su función principal es regular el ritmo circadiano, es decir, el ciclo de sueño y vigilia. Por eso se le conoce como la “hormona del sueño”. Cuando la luz disminuye, los niveles de melatonina aumentan, lo que le indica al cuerpo que es hora de descansar.


En los suplementos, la melatonina no se obtiene de forma natural, sino que se sintetiza en laboratorio a partir de procesos químicos controlados. Esto garantiza que sea segura, pura y libre de riesgos sanitarios. Se utiliza en cápsulas, comprimidos o sprays para ayudar a personas con insomnio, jet lag o problemas de sueño relacionados con el cambio de horarios.


Diversos estudios respaldan su eficacia. Por ejemplo, una revisión publicada en PLoS Medicine (2005) concluyó que la melatonina es efectiva para reducir el tiempo necesario para conciliar el sueño y mejorar la calidad del descanso en personas con insomnio o desajustes de sueño. Gracias a estas propiedades, la melatonina se ha convertido en un suplemento muy utilizado para promover el bienestar y un descanso reparador.