La alopecia es la pérdida anormal del cabello (lo que conocemos cotidianamente como calvicie).

Afecta al cuero cabelludo, pero también otras zonas de la piel en la que existe pelo, como las pestañas, axilas, región genital y barba.

La forma más frecuente es la alopecia androgénica, también llamada alopecia androgénetica o calvicie común. Afecta principalmente a los varones, y menos frecuentemente a las mujeres (especialmente tras la menopausia).

¿Cómo se manifiesta?

En el hombre se manifiesta con pérdida de pelo localizada principalmente en las zonas frontal y parietal que se manifiesta inicialmente con lo que conocemos como entradas, y con afectación más tardía de la región de la coronilla.

En la mujer, la pérdida de cabello es difusa, empiezan a perder densidad capilar y a contar con zonas clareadas, especialmente en la parte superior de la cabeza. No se producen zonas de calvicie total y no existen entradas.

En ambos casos se caracteriza por un patrón específico de adelgazamiento del cabello.

¿Cuáles son las causas de este tipo de alopecia?

Hay que destacar dos factores, el genético (existe un componente hereditario, pero no se conoce el gen responsable) y el hormonal.

El factor hormonal depende fundamentalmente de las hormonas masculinas o andrógenos (como la dihidrotestosterona - DHT) que actúan sobre los folículos pilosos predispuestos genéticamente a la afección, provocando su miniaturización progresiva hasta ocasionar su atrofia completa y fibrosis.

 La DHT es un andrógeno activo que se forma a partir de la testosterona y es el principal responsable de la alopecia androgenética. Alrededor del 10% de la testosterona en todos los adultos suele convertirse en DHT.

El cuerpo produce dihidrotestosterona como un subproducto de la testosterona gracias a la enzima 5-alfa-reductasa. Si eres susceptible genéticamente, la DHT puede unirse a los receptores de los folículos pilosos y encogerlos, se debilitan y finalmente mueren. Este es el proceso que acaba provocando que los folículos pilosos afectados por la DHT pierdan su capacidad para hacer crecer el pelo.

Por suerte, existen los inhibidores de la DHT (inhibidor de la 5α-reductasa), y se ha demostrado tener éxito en la reducción de la pérdida de cabello relacionada con la DHT.

Tratamiento

La alopecia androgenética no puede prevenirse por completo, pero existen estrategias disponibles para manejarla de manera efectiva. 

El tratamiento. Existen tratamientos medicamentosos de actuación tópica vasodilatadora (minoxidil) y hormonales vía oral (finasteride) que actúan bloqueando la producción de andrógenos.

Existen alternativas naturales a este tipo de tratamientos, de eficacia probada (Saw palmetto Pygeum africanum…), que consiguen esos efectos, y con el aliciente de evitar efectos secundarios conocidos en los tratamientos hormonales (pérdida de libido,…)

Además, si se comprueba que hay déficit de determinados nutrientes esenciales para la formación del cabello, se añaden suplementos a base de aminoácidos, minerales y vitaminas.